¿Puede existir tanto una bondad
pura y delicada, y la crueldad más vil dentro de una misma persona?
El ser humano, con tantas caras
que esconde, demuestra que es posible. Es la sensación más escalofriante y
curiosa que puedas encontrar, ver que tanto la brillantez de la luz y la
emoción de la oscuridad conviven dentro de ti.
El problema, sin embargo, radica
en saber cómo mantener ambos polos en sincronía. Si lo consigues, serás la
persona más afortunada del mundo, experimentando la emoción de los colores
vivos de la alegría y sintiendo las emociones maquiavélicas de la dominación y de
la soberbia.
Esa quimera, aunque
escalofriante, resulta horriblemente hermosa y fascinante. Y existe, dentro de
todos nosotros, por mucho que queramos negarlo. Al menos, habría que tener
cordura y poder admitir esa existencia y no luchar en contra de nuestra propia
naturaleza humana.
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